Visitar París supone una experiencia única y diferente, después de todo París es la ciudad más visitada del mundo y un lugar a donde en cada paso hay algo que ver y que conocer, entre los grandes atractivos de la ciudad se encuentran los paseos a sus monumentos, París es una ciudad de ensueño con muchos monumentos. Y el más importante de ellos sin duda el Palacio Real o Palais Royal, al norte del Museo del Louvre, en París.
El Palacio Real no fue nunca residencia real y por algún tiempo fue llamado Palais Cardinal porque su construcción se debió al Cardenal Richelieu, que encargó al arquitecto Jacques Lemercier, que inició la construcción en el año de 1624 en la zona donde había estado un hotel de nombre Rambouillet. El temido Cardenal Richelieu mandó a decorar el Palacio con obras del pintor Philippe de Champaigne y tiempo después decidió entregarlo a la casa reinante.
Habría de pasar mucho tiempo para que se convirtiera en un verdadero palacio real y eso solo sucedió cuando a la muerte de Luis XIII, se trasladó a él la reina regente Ana de Habsburgo, el cardenal Mazarino y el joven Luis XIV, la nobleza en pleno acudió al nuevo Palacio para hacerse ver y no faltaron los bailes y el esplendor de la monarquía tiempo después fue convertido en residencia del Duque de Orleans. Fue en esta época cuando se empezó a conocer el edificio con el nombre de “Palacio real”. Más tarde, el Palais Royal se convirtió en la residencia parisina de los duques de Orleans. Y los jardínes fueron un lugar frecuentado por el pueblo gracias a la generosidad del joven Luis Felipe José de Orleans.
No tuvo siempre esplendor el bello Palacio Real de París, durante la revolución francesa fue desalojado pero con la restauración de los Borbones tuvo un breve período de grandeza para volver a ser saqueado en 1848 y durante la época Napoleónica fue ocupado por algunos de los parientes Bonaparte. Los años no mermaron su belleza y hoy es la sede del Consejo de Estado y del Ministerio de Cultura francés, un lugar lleno de la historia de París que siempre resulta cautivante visitar, los turistas deambulan por las calles y los cercanos jardínes quizá pensando en los muchos episodios de la historia parisina que ha observado el bello palacio desde que el poderoso Cardenal Richelieu se decidió por crear el que él quería, el más bonito de los palacios de París, y sin duda lo logró, el Palais Royal es una encantadora imagen de París.